6.4.13

Adiós

La vi venir, con el corazón cada vez más proximo a mi garganta con cada paso que daba hacia mi dirección. Se paró frente a mí, muy cerca. No supe descifrar si estaba triste o contenta, sus facciones revelaban muchas emociones distintas. Supongo que la mía también; ambas habíamos sido un torbellino. Por eso pasó lo que pasó.
-No quiero que digas nada, ¿me oyes? Dedicate a escucharme, hoy me toca hablar a mí -empezó-. He leido lo que escribiste para ella, me gustaría decir que por equivocación, pero realmente fue por puro masoquismo. Ya me conoces. Me dolió como mil espadas pequeñas y afiladas clavándose una a una en mi pecho, pero también en mi espalda. Es así, y no voy a mentir porque estoy harta de mentiras, de disimular, de esconder palabras, gritos y heridas profundas. Pero, ¿sabes? Al segundo respiré tranquila. Así es como debe ser. Vosotras juntas. Yo sola. Estoy serena y en paz. Así que solo me queda decirte adiós; fuiste la mejor pareja, tóxica.

1.4.13

Es complejo por ser tan simple...