29.12.12

congelación

Descansar estos días estaba siendo muy difícil para ella, se despertaba una y mil veces en mitad de la noche. Cansada de retorcerse entre las sábanas, lo único que veía al salir de sus pesadillas era la imagen de una pared con tu nombre escrito. En mayúsculas y con sangre.


22.12.12

#5, segunda parte

-y, ¿entonces?
-supongo que estoy velando por mi futuro.

21.12.12

Aquel momento cuando ella se bajó los tirantes del vestido en tu cuarto y éste se deslizó, rápido y sexual, por su cuerpo, dejándolo al descubierto.
Te reflejaste en su piel y te retorciste de deseo por tocarla.

Pero ella se acercó a ti y te pegó una hostia.

20.12.12

inexplicables

Tiene esa espalda. Qué espalda. Le pondría una camiseta negra, sólo para quitársela después. Fundiría mis manos en la parte alta. Pasaría mi lengua por el hueco de su espina dorsal. Aplastaría mis pechos contra ella. Desearía tenerle encima y verla. Flipar con su movimiento.

19.12.12

#8

Aquí sigo,
te importe o no

17.12.12

Me confundo tanto.
Pienso en el humo saliendo de tu boca, rozando tu lengua, tus labios.

En realidad ni siquiera te he visto fumar.
En el fondo si lo hicieses me daría asco.

Pero la imagen sigue viniendo a mi cabeza...


15.12.12

El no entendimiento te lleva a la falsa idea de que es mentira.
No miento, no tengo porqué.

14.12.12

#7

Si no es imposible y desgarrador, ¿para qué?

13.12.12

Ella miró. Todos sus errores estaban ahí. Las palabras de más, y las de menos. Lo que debió hacer y no hizo, lo que hizo y no debió hacer. Lo que escuchó y la hundió.

Pero, ya se sabe; Lady Brums no es una modistilla ni una mecanógrafa. Así que se levanta, traga y sigue.

12.12.12

#6

Me abres el pecho en canal, me estás despellejando viva.

una hostia a tiempo

Verdaderamente estoy enfadada; contigo, conmigo, con mi estupidez. Con mi ego y tu egoísmo. Nos miramos en exceso el ombligo. Y yo soy tan idiota que lo hago de forma equivocada.

Te pegaría tanto... que modificaría todos y cada unos de tus pensamientos. Le daría una vuelta a tu cabeza para que mirara hacia la dirección correcta.

11.12.12

mandarinas


Mi piel caliente te encendió al instante. Empecé en tus labios, seguí por el lóbulo de tu oreja. Con agilidad te perdiste entre mis pechos y yo hice lo mismo entre los tuyos. Mi lengua y tu lengua. Tanta humedad; empañamos los cristales de la pequeña habitación. Bajo esa tenue luz nuestra piel radiaba. Mis manos y tus manos, que dejaron de ser manos mientras nos atravesábamos. Tus piernas y mis piernas, suaves y fuertemente entrelazadas. El carmín rojo por todo el cuerpo. Me giraste y surcaste mi espalda. Desnudas bailábamos al mismo son. En realidad "tú eres capaz de hacer que me corra sin quitarme el pantalón". Mi pelo rozaba tu piel y nos erizamos juntas. Me encantó que tiraras de él. Nos mirábamos cada tanto a los ojos, esto no era solo algo físico. Llegamos al éxtasis varias veces pero lo mejor aún estaba por llegar. Eramos capaces de hacerlo sin tocarnos y tú sabías perfectamente cómo. Cogiste la guitarra, seguíamos desnudas en la cama de sábanas blancas, y me tocaste. Tu voz entraba por mis oídos, haciéndolos explotar; eso es una verdadera penetración. El mejor orgasmo de mi vida.



10.12.12

justo ahora

En estos momentos te echo tanto de menos.
Te tiraría en cualquier parte, te arrancaría la ropa. No te daría el placer de que tú me la quitaras. Te lo haría como nunca antes te lo he hecho. Me deslizaría, cual serpiente, sobre ti. Sabes de lo que hablo. Erizaría tu piel, aún recuerdo como hacerlo. No te dejaría hacer nada, yo me encargo. Tú solo apriétame, estrújame, hasta hacerme daño, me lo merezco.
Sería toda tuya.

#5

-y, ¿entonces?
-nos lamemos las heridas.

9.12.12

Un gato

Me he dado cuenta de que hay ascensores prohibidos, pecados compartidos... Pero tú no estás cerca.

No miramos en la misma dirección.

#4

me corro al pensarte

el m


Lo veo
Arde mi sangre,
quema mis arterias.
¿No ves como se funden?
Se derriten
se descomponen
por ti, o mejor dicho, por tu causa

8.12.12

Esas ganas de saber de ti, saber de mí. Sabernos lejos. Quererte cerca, o no.
Sentirme idiota
sentirme idiotamente bien

645

Recuerdo aquel día. Llevaba el mismo abrigo azul que hoy, llovía igual que hoy. Tampoco había luz en la calle a esas horas, como hoy.
La diferencia es que bajo mi paraguas negro también estabas tú.
El frío nos atravesaba.

Aquel día no encontré el tinte en la perfumería
hoy no te he encontrado a ti.

6.12.12

para ti

No quería, pero me obligas
Mis recuerdos junto a ti son tan importantes que quería que siguieran ahí, que todo el mundo pudiera verlos. 
Aunque me abrumara.

Gracias por decirme que merezco que me odien. Eres un amor.
Aún así no te lo tengo en cuenta.

¿Crees que pienso que no mereció la pena? 
Eres tú el que lo piensa. 
me compadezco de ti.

Sé que sigues pensando en la tontería esa del capricho. Eres un imbécil.
No te lo tengo en cuenta.

Cuando pase el tiempo y mires atrás, quizá comprendas lo que pasó. 
Que te quería, 
que te quiero, 
pero que no soy feliz. 

Merezco ser feliz.
Tú también.
No podía hacerte feliz si yo no lo era. Estaba lejos de tu alcance hacerme feliz.
No es que seas insuficiente

estoy en transición.

Desaparezco de tu vida por ti
no quiero que sufras más

Cuando pase el tiempo y mires atrás
recuerda aquellos días en los que me acostaba sobre tu pecho
recuerda que nos sonreíamos
recuerda que te amé con tanta fuerza
que nos amamos tanto
que cometimos el error de separarnos del mundo

pero que sonreíamos

3.12.12

#3

será algo entre mí y yo

2.12.12

#2

Soy la chica que lleva en el monedero tres horquillas, un bigote de pega y un paquetito de ketchup.

1.12.12

#1

Mi dermis grita ayuda. Nadie viene.

exiguo

Fumaba sola sentada en su ventanal. El pelo le caía, alborotado, ondulado, sensitivo, por un hombro, dejando al descubierto su níveo cuello, del que emanaba un olor mareante. Tarareaba no sé qué canción de la que sólo pude escuchar "sobredosis de emoción". Entonces miré sus ojos. Gritaban tristeza desde ese iris marrón y esas pupilas dilatadas. Ella se sentía insuficiente para el mundo y el mundo era insuficiente para ella. Desorientada buscaba no sabía qué en aquellas letras. Deseando con demencia llenarse de algo que no fuese ese vacío que la rodeaba, movía sus piernas al compás, y no sé por qué deseé perderme en ellas. Su hedor me llamaba, él tenía la culpa. Era la imagen más bella del mundo. Me enamoré al instante del lunar de su labio, del caer de su pelo, de la forma de sus dedos, del vaivén de su cuerpo. Ansié romperle aquella sudadera que la envolvía, y que dejaba al descubierto sus suaves y vibrantes piernas.

Y ella allí en aquel ventanal, ajena a todo, suspirando por no sabe qué amor perdido, qué esperanzas vanas, qué deseos frustrados, qué vida soñada.