Retales

Mi mente deambula, y se acuerda de ti. A veces me grita y otras me susurra; sea como sea tengo mil cosas que decirte. Y no te digo nada. Que todo el mundo sabe que en boca cerrada no entran moscas. Y así será. Pero tengo retales de cosas que afloran en mi mente escritas en cualquier parte... Y no voy a esconder tus cosas bajo una baldosa, no voy a dejar de ponerme aquella camiseta que me diste y ojalá pudiese volver a oler tu colonia. Que echaré de menos tus manos, echaré de menos que me envuelvas, echare de menos ver tus ojos de niño y respirar, tocarte la cara sin necesitar nada más. Que quiero tenerte en mí los días enteros, y lo voy a hacer. Que nada de lo que te dije fue mentira. Que te quiero y te querré. Pero el amor no es suficiente a veces. Y no sé si esto se entiende, sólo voy escribiendo lo que el alma me pide. Me despido, mi amor. Gracias por enseñarme lo que es la vie en rose...

He decidido que dormiré desnuda todas mis noches solitarias. Haga frío o no, me quemaré por dentro. Buscaré entre mi piel y mi mente, hasta encontrarme de nuevo. Conoceré cada rincón de mí, mejor que nadie. Ya es hora de saludarme, ya es hora de hacerme notar.
Lucharé por todo, pero más por mí.
Debo quererme. O eso siento.

sobredosis

Somos frágiles

sometemos nuestros cuerpos a sobredosis de emoción y distancias largas

que nos matan lento.

No tenemos tiempo,

no tenemos tiempo...

Escucho a Pucho en mi cabeza, me grita "aprender que rendirse no es una opción", y me pregunto si es verdad.
No puedo pensar en mucho más, mi cabeza está tan llena de nada. Intentando grabarlo todo. Los surcos de sus labios, el número de sus pestañas, las arrugas que se forman en su frente, la presión de sus manos.

Dónde está el límite.
Dónde está lo que es suficiente.

¿Conformarse sí es una opción?

Grita, vibra

Quiero observar el mundo desnuda desde mi ventana. Que no haya sol, pero no tenga frío, porque yo sea capaz de arder por mi misma.

Que me sorprenda algo, que me haga vibrar.
¡emociones!

Solo quiero no despertar nunca pensando que he perdido el tiempo, el momento, la oportunidad, de vivir lo que quería vivir. Y que ya no volverá.

Y es que nunca sabes que no va a volver.

No quiero ser mala, pero tampoco estúpida. ¿Dónde está el límite entre lo bueno para los demás y lo bueno para ti? ¿Alguien sabe dónde parar?