9.5.20

césped artificial

Te has acunado en los momentos en los que cada día era primavera,
donde el sol os calentaba sin quemar.
Has usado los recuerdos como manta, te has envuelto en ellos,
te has atado a las patas de aquella cama.
Y no quieres escapar.
Te niegas al paso del tiempo, al crecimiento y al progreso.
Quieres que la naturaleza de los vínculos sea un terreno muerto, con apariencia fértil.
Como quien tiene un césped artificial y pretende que en él crezcan flores.
Has llenado la regadera de agua y has intentado hidratar una Tierra inexistente,
consiguiendo sólo un corazón empapado.